2 de abril, Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil

2 de abril,Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil promovido y celebrado por el IBBY (International board on books for young people) con el fin de promocionar los buenos libros y la lectura entre los más jóvenes.
Los libros hacen grande lo más pequeño».
Esta fecha fue seleccionada en homenaje al gran escritor danés Hans Christian Andersen quien nació el 2 de abril de 1805. Él es considerado el más célebre de los escritores románticos daneses. Vivió una difícil infancia por problemas económicos. A los 14 años se trasladó a Copenhague para trabajar en el teatro. Gracias al director Jonas Collin pudo terminar sus estudios e iniciar su carrera literaria.
Su enorme legado abarca títulos inolvidables que han sido leídos y releídos por niños y jóvenes del mundo entero. Andersen escribió La Sirenita (1837), El ruiseñor (1843), El patito feo (1843), El soldadito de plomo (1838).
Mensaje 2018
Cada año, una sección nacional del IBBY tiene la oportunidad de ser la patrocinadora internacional del Día del Libro Infantil y Juvenil, selecciona un escritor representativo y a un reconocido ilustrador de su país para que elaboren el mensaje dirigido a todos los niños del mundo y el cartel que se distribuye por todo el mundo, y se promueva la celebración en las bibliotecas, centros escolares, librerías, etc.
Este año le correspondió el honor a la sección de Letonia, que difundió el mensaje de la escritora Inese Zandere (1958) y el cartel del ilustrador Reinis Petersons (1982). Attesor traducciones hizo la versión en español.
Las personas tienden al ritmo y a la regularidad, de la misma forma que la energía magnética organiza las virutas de metal en un experimento de física, de la misma forma que un copo de nieve crea cristales a partir de agua. Ya sea en un cuento de hadas o en un poema, a los niños les gusta la repetición, los refranes y los motivos universales porque pueden reconocerse una y otra vez; dan regularidad a un texto. El mundo adquiere un orden precioso. Aún recuerdo que de niña luchaba conmigo misma por defender la justicia y la simetría, la igualdad de derechos para la izquierda y la derecha: si tamborileaba con los dedos una melodía sobre la mesa, contaba cuántas veces debía golpear con cada dedo para que los demás no se sintieran ofendidos. Solía aplaudir dando una palmada con la mano derecha sobre la izquierda, pero pensé que eso no era justo y aprendí a hacerlo al contrario, con la izquierda sobre la derecha. Por supuesto, este afán instintivo de equilibrio resulta gracioso, pero lo que muestra es la necesidad de evitar que el mundo llegará a ser asimétrico. Tenía la sensación de ser la única responsable de todo su equilibrio.
La inclinación de los niños hacia los poemas y las historias surge, igualmente, de su necesidad de llevar regularidad al caos del mundo. Desde la indeterminación todo tiende hacia un orden. Las canciones infantiles, las canciones populares, los juegos, los cuentos de hadas, la poesía… son formas de existencia rítmicamente organizadas que ayudan a los más pequeños a estructurar su presencia en el gran caos. Crean la conciencia instintiva de que el orden en el mundo es posible y que todas las personas tienen en él un sitio único. Todo fluye hacia este objetivo: la organización rítmica del texto, las series de letras y el diseño de la página, la impresión del libro como un todo bien estructurado. La grandeza se revela en lo más pequeño y le damos forma en los libros infantiles, incluso cuando no estamos pensando en Dios o en los fractales. Un libro infantil es una fuerza milagrosa que promueve el enorme deseo de los pequeños y su capacidad de ser. Promueve su coraje para vivir.
En un libro, los pequeños siempre son grandes, de manera instantánea y no solo cuando llegan a adultos. Un libro es un misterio en el que se encuentra algo que no se buscaba o que no estaba al alcance de alguien. Lo que no pueden comprender lectores de una cierta edad permanece en su conciencia como una impronta y continúa actuando aun cuando no lo entiendan completamente. Un libro ilustrado puede funcionar como un cofre del tesoro de sabiduría y cultura incluso para los adultos, igual que los niños pueden leer un libro destinado a adultos y encontrar su propia historia, un indicio sobre sus vidas incipientes. El contexto cultural modela a las personas, estableciendo las bases para las impresiones que llegarán en el futuro, así como para las experiencias más difíciles a las que tendrán que sobrevivir sin dejar de ser íntegros.
Un libro infantil representa el respeto por la grandeza de lo más pequeño. Representa un mundo que se crea de nuevo una y otra vez, una seriedad lúdica y preciosa, sin la que todo, incluida la literatura infantil, es simplemente un trabajo muy pesado y vacío.
Concurso: Andersen en cómic
La Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil (OEPLI), con el patrocinio del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, convocó el concurso «Un cuento de H. C. Andersen en cómic». Para ello convocó a lectores y lectoras de primaria y secundaria. El concurso consiste en escoger un cuento de Andersen y dibujarlo en forma de viñetas.
Las categorías de los premios son Primeros Lectores, Lectores Avanzados y Súper Lectores así como también para la Biblioteca o centro docente que presente los trabajos. El fallo del Premio tendrá lugar en el mes de mayo, antes del día 21.
Bibliotecas, librerías y otras entidades celebran habitualmente el Día Internacional del Libro Infantil mediante la organización de exposiciones, encuentros con escritores e ilustradores, presentaciones de libros, sesiones de libro-forum y actividades que animen a la lectura. Desde las cuatro secciones de la OEPLI se motiva, principalmente a las librerías y bibliotecas, para que organicen actos en torno a la figura de Andersen.
Leer desde pequeños
El disfrute de la lectura desde los más pequeños hasta los más jóvenes debe ser un hábito inculcado desde el hogar. Recordemos que la lectura ayudará nuestros niños a ser más cultos, a comprender el mundo, a aprender, a ampliar su vocabulario, a mejorar su ortografía, entre otros. Tristemente, el rechazo hacia la lectura es un gran problema que existe en niños de todas las edades. A continuación algunas recomendaciones para que incentives el amor a la lectura a los más pequeños de la casa.
- Demos el ejemplo como padres. Leamos diariamente para que nuestros hijos nos vean.
- Coloquemos libros para los niños junto a sus juguetes para que se familiaricen con ellos.
- Leerles antes de dormir es un maravilloso hábito que ellos asociarán como algo positivo.
- Premiar a nuestros hijos con libros es lo mejor y si los leemos juntos, mayor reforzamiento positivo.
- En los centros educativos es importante no solo pedirles que lean libros, sino también deben hacerles exámenes sobre su contenido. Otra idea es hacer obras de teatro o trabajos sobre los personajes. Actividades para que los alumnos interactúen entre sí y con el libro.
- Démosles a los niños libros acordes a su edad. Un libro con lenguaje muy avanzado puede desanimarlo y hacerlo rechazar la lectura.
En fin, llévenlos a librerías, bibliotecas e incluso el Banco del Libro; léanles historias que despierten su imaginación. Siembren en ellos la semilla de la lectura para que florezca ese valioso y hermoso hábito que guiará su futuro.
«Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros».
Jorge Luis Borges
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Curiosidades para celebrar el Día del Libro Infantil y Juvenil - QuéLeer
02/04/2023 at[…] Día del Libro Infantil y Juvenil se celebra el 2 de abril. Es un día que nos recuerda lo importante que son los libros para niños y jóvenes en el planeta. […]