Aglaia Berlutti escritora por obsesión, fotógrafa por pasión

Aglaia Berlutti se define como bruja por nacimiento. Escritora por obsesión. Fotógrafa por pasión. Desobediente por afición. Ácrata por necesidad.
Nació en Caracas, en pleno Equinoccio de Otoño (23 de septiembre). En el 2015 publica su primer libro Bruja Urbana.
¿Razón qué la motiva a escribir?: sobrevivir (me), construir un mundo a la medida de mi imaginación. Creo que no ha transcurrido un solo día en vida sin que crea que algo deba ser inmortalizado en palabras. O al menos, atesorado como un fragmento de historia, propia o ajena.
¿Para usted “escribir “es una profesión o un hobby?: todo lo que soy.
¿Lo más difícil de ser escritor?: quizás el no tener mucha idea que hacer con el incesante, demoledor y perenne impulso creativo. Escribes porque no puedes hacer otra cosa, porque lo necesitas, te hiere, te emociona, le brinda forma a partes recónditas de tu mente. Pero no siempre, escribir tiene un objetivo. De manera que lo más complicado es detenerte en algún punto del camino y preguntarte qué deseas hacer con todas las historias, visiones y dolores que te esperan en la página que te escucha.
¿Qué le hizo saber que se dedicaría a ser escritor?: hasta ahora, todavía no sé si lo soy. O al menos, la escritora que quiero ser. Por ahora, avanzo hacia esa necesidad de escribir y crear que creo sostiene el arte de la palabra.
¿Tiene alguna rutina para sentarse a escribir?: una buena y bien cargada taza de café.
¿Alguna musa de inspiración?: todo arte me inspira. No creo que exista una manifestación artística que no se alimente de otra, que no construya infinitas y misteriosas líneas de unión para alimentarse unas de otras. Y además, por extraño que parezca, si creo en un tipo de energía que puede brindarte el necesario chispazo creativo. Pero como decía Picasso, debe encontrarte trabajando, esforzándote y deseando construir ideas.
¿Cuáles autores lo inspiraron para escribir?: desde que recuerde estoy obsesionada con Virginia Woolf, Susan Sontag, Doris Lessing y Charles Dickens. Más adelante, me eduqué en la prosa fluida y tropical gracias a Gabriel García Márquez. Pero también, amo y me inspira desde luego, Stephen King. Digamos que soy una mezcla ecléctica de gusto literario.
Recuerda con cuál libro se inició en la lectura: Carta a un niño que nunca nació de Oriana Fallaci. Lo encontré en la biblioteca familiar y como nadie me prohibió leerlo y la portada me parecía atractiva, comencé a hacerlo. Tenía unos seis años y no entendí absolutamente nada de lo que leía, pero me hizo llorar el dolor de la mujer anónima que sufría por una “orquídea transparente” perdida en su vientre.
¿Cuál fue el libro qué dejó una huella en ud?: con toda seguridad, De Profundis de Oscar Wilde. Me afectó especialmente porque rompió el estereotipo de Wilde esteta, casi frívolo y lo convirtió – al menos en mi imaginación – en un mártir de sus principios. Además, esa descripción pesarosa del mundo más allá de la belleza me conmovió como pocas cosas han podido hacerlo. Y sigue haciéndolo.
¿Cuál personaje o pareja de la literatura lo marcó?: Ana Karenina, definitivamente. Esa heroína trágica me enfureció lo suficiente como para comenzar a escribir en contra de la mujer mártir y doliente. Por el mismo motivo me obsesionó Madame Bovary, con toda su carga de caída en los infiernos y dolor simple. Aunque supongo que mi personaje favorito – y al que siempre llevo conmigo de alguna manera desde que le conocí – es Amaranta Buendía, de Cien años de Soledad. Amo su sincera amargura. ¿Por qué tanta felicidad impostada si se puede vivir por mera furia?
¿Hay algún texto que no haya podido terminar de escribir?: poesía. Lo he intentado por puro deporte intelectual, sin lograr otra cosa que un enorme dolor personal.
¿Cuál autor venezolano actual recomienda leer?: Eduardo Liendo. Mi eterno mago de la cara de vidrio. Y por supuesto, Rafael Cadenas. Ningún buen lector Venezolano puede dejar de citar a uno de los espíritus creativos más poderosos de este país.
¿La poesía o la prosa?: prosa.
¿Cuál es el mejor lugar para escribir?: donde haya una taza de café.
¿Qué es mejor: solo o acompañado?: sola, definitivamente.
¿El día o la noche?: cualquier hora es estupenda para crear, me parece.
Una palabra fea: bala.
Una palabra bonita: infinito.
Un libro para soñar: American Gods de Neil Gaiman.
Un libro para no leer: ¿existe eso?
Un libro para leer en el baño: It de Stephen King.
Libro de papel o electrónico: cualquiera, será bien recibido, querido y conservado.
Entrevista a Aglaia Berlutti
Textos, opiniones y pensamientos de Aglaia Berlutti
Entrevista publicada originalmente, el 16 de diciembre de 2015
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