Alejandro Sebastiani Verlezza: (escribir es) un entusiasmo y una pasión

Alejandro Sebastiani Verlezza nació en el 23 de octubre de 1982, en Caracas. Es Licenciado en Comunicación Social- USM y Licenciado en Letras -UCV. Cursa el diplomado en Estudios Liberales en la Universidad del Valle San Francisco y la Maestría en Estudios Literarios- UCV. Ha publicado el poemario: Posdatas (El Pez Soluble, 2011) y el diario Derivas (bid & co, 2013). Junto con Adalber Salas Hernández, ha editado las siguientes compilaciones poéticas: Tramas cruzadas, destinos comunes (2013) y Destinos portátiles (2015).
¿Qué razón lo motiva a escribir?: cierta melancolía, cierto júbilo inexplicable, cierto aturdimiento.
¿Para usted “escribir “es una profesión o un hobby?: un entusiasmo y una pasión.
¿Qué es lo más difícil de ser escritor?: llegar a la expresión justa, sin secarla, ni romperla.
¿Qué le hizo saber que se dedicaría a ser escritor?: un sentido insaciable de la curiosidad, la inquietud por las palabras y las personas, los objetos y los hechos tan tremendos que marcan la relojería de los días.
¿Tiene alguna rutina para sentarse a escribir?: son variables. Si lo hago en casa, a veces, busco la música que converse con lo que estoy haciendo. Si estoy en la calle, simplemente doy con el mejor lugar. Por lo demás, café, algún trago, agua. Todo esto va acompasándose con el ritmo de las demandas cotidianas. Mientras voy en el Metro, camino, manejo, desayuno, estimulado por lo que veo, podría estar apareciendo algún tema…y tomo notas por dentro.
¿Musa de inspiración?: más que “tenerla”, yo creo, se trata de estar atento a la aparición de esa presencia cuya manifestación más concreta es un pequeño y muy escurridizo rumor. Mientras eso pasa, si pasa, el poema aparece entre la respiración y la transpiración, el movimiento.
¿Autores que lo inspiraron para escribir?: pienso con alegría en mis amigos, mis profesores, mis presencias más cercanas, las páginas que siempre rasguño: Homero, Pavese, Whitman, Sánchez Peláez, Brodsky.
¿De sus obras cuál ha sido la que más ha disfrutado escribir?: más que disfrutarlas, las sudo. Las formas aparecen en la espera.
¿Qué libro le hubiese gustado escribir?:Rubaiyats, Omar Khayyam.
¿Existe el temor frente a la hoja en blanco?: existe el tedio y la perplejidad frente a la hoja en blanco. Por suerte, hay curvas, pausas llenas de alegría. Siempre están ahí mis papeles rotos, mis lijas y tijeras, para hacer collages, dibujos.
¿Cuál autor venezolano recomienda leer?: Santos López.
¿El libro más preciado de su biblioteca?
Pienso en mi edición destartalada del Libro del desasosiego.
¿Cómo es su biblioteca, tiene un lugar especial, un sistema para ordenarlos, cuántos tiene?: algunas repisas están ordenadas por géneros. Otras, más bien, por afinidades, temas, alguna preferencia visual (tipografías, lomos). Voy dejando por todas partes pequeñas pilas. Así voy, de salto en salto, según el ánimo, la gana.
¿Recuerda con cuál libro se inició en la lectura?: me parece recordar que con una guía popular para interpretar los sueños y el libro de San Cono.
¿Cuál fue el libro qué dejó una huella en ud?: justo ahora pienso en dos: La muerte de Virgilio, Hermann Broch. El otro: Vida en el amor, Ernesto Cardenal.
Un libro para iniciarse en la lectura: La metamorfosis, Kafka.
Un libro para soñar: Los vasos comunicantes, André Breton.
Un libro para no leer: son tantos, pero mejor riámonos, por favor, para no llorar ante lo ilegible. Largo sería detenerse en los disparates que han conocido los honores de la imprenta en estos últimos años, sobre todo en el ámbito de las publicaciones favorecidas por los dineros públicos.
Un libro para leer en el baño: cosa de ocasión: algún epistolario, alguna revista light.
Libro de papel o electrónico: lo prefiero impreso, pero puedo cambiarme. Parece que estamos en un largo momento de alternancia en los formatos y soportes, no solo en el terreno del libro, también en la música y las artes visuales.
¿Consejos para un principiante en la escritura?: aunque cada experiencia es distinta, a mí particularmente me interesan estos puntos: atención a la propia vida, estudio, disciplina, viajes formativos, conocimiento de otras lenguas, así como del país y su historia; andar por muchos y variados caminos, alejarse como la peste de los formularios ideológicos y todo tipo de fanatismos; convertirse en un Oído, seguir el canto y la seña de Hesíodo: “carácter es destino”.
¿Considera que las redes sociales y el boom de la tecnología ayudan para la promoción de la literatura?: sí, en los casos más felices, propician la circulación de contenidos, crean lecturas alternativas, vínculos entre lectores y autores. Ahora bien, también es necesario decirlo, lo que ya está establecido podría fortificarse a partir del cruce entre imaginación, investigación y precisión.
¿Qué le falta a su obra?: caminos.
Textos escritos por Alejandro Sebastiani Verlezza
«Derivas»: laboratorio literario
Entrevista con el escritor Alejandro Sebastiani: El rapto de la deriva
Entrevista publicada originalmente el 3 de enero de 2016.
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