Ángel David Revilla un escritor llamado “Dross”

Colaboración de Silvia Moya
– ¿Por qué Dross?
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Porque durante los 90’s, la era jurásica de internet – me apena un poquito decir –, yo quería escribir en un foro. Y yo decía “caramba, con qué nombre me voy a identificar yo”. Entonces, recordé que había un luchador que se llamaba Warren Drozz pero yo me equivoqué, y me puse Dross con dos “s”. El resto es historia.
El creador del famoso canal de Youtube, El diario de Dross, es un venezolano llamado Ángel David Revilla que pasó de bloguero a youtuber, pero escritor ha sido siempre.
Conocido por ser “la estrella del horror”, redactó un cuento a los ocho años con una máquina de escribir eléctrica luego de leer un libro por primera vez, y siguió escribiendo desde entonces. A sus 34, tiene dos obras publicadas con gran éxito, y ya disponibles en su país: Luna de Plutón (2015) y El festival de la blasfemia (2016).
– ¿Por qué cambiaste del blog a Youtube?
– Subí un video a Youtube por el año 2008 y me di cuenta de que en un día, recibí más visitas que en el blog en una semana. Entonces, yo decía: si yo consigo cierto número de vistas, voy a conseguir que una editorial “me pare”.
Luna de Plutón fue su primer libro, y es una épica espacial. La historia viaja desde el punto de vista de una niña en una misión secreta para defender a su amada luna de un peligroso emperador. La joven Claudia, hija de Metallus, conoce a Knaach, y juntos se embarcan en una odisea de sucesos desafortunados que desatarán una guerra galáctica.
Es un drama personal y político, que fue inspirado en una conversación. El autor asegura que todo comenzó con un juego de roles que tuvo con una amiga de Chile llamada como su protagonista. Inspirado, tomó lo que hablaron y lo convirtió en las tres primeras páginas de su ópera prima.
– ¿Por qué una niña?
– Porque el juego con mi amiga Claudia comenzó así. Yo era un joven adulto. Tenía 23 años y ella tenía 20, ¡pero era tan tierna ella! Tan esponjosa que provocaba como agarrarle los cachetes, y estrujárselos. Era así. No es que yo sea malo, es que ella era así. Y el personaje lo hice un poco a su “imagen y semejanza”.
David Revilla, ese hombre con gafas, sombrero, y voz teatral – no muy diferente a la que tiene – cuando lo vemos en sus videos como Dross, es un personaje que da vida a otros. Vive en Buenos Aires, Argentina, desde 2007 pero asevera que es “la abuela española de 80 años que nunca pierde el acento”.
De habla grandilocuente, considera que es un hombre al que lo motivan los extremos y las aventuras. Le gusta leer todo el tiempo, ver series como Juego de Tronos y películas, pasear por la ciudad, y trabajar en sus videos porque “la audiencia es muy celosa”, y publica tres a la semana.
– ¿Cuál es tu personaje favorito de Juego de tronos?
– No hay una manera sana de contestar esa pregunta. A ver. Cómo decir esto sin que suene tan mal. Me gustan mucho los villanos de Juego de tronos porque están muy bien desarrollados. Ejemplo: Cersei Lannister porque probó no ser una boba al final.
Su última obra, El festival de la Blasfemia, es – a diferencia de la anterior – una historia de humor negro. Oscura, transgresora, y “políticamente incorrecta”. Su protagonista, Melchor, es un nigromante malvado que tiene como ambición convertirse en “el lord del infierno”.
– ¿Es algo así tan malo como Rasputín?
– Rasputín tenía sus rasgos nobles. Yo creo que Melchor es más bastardo.
Revilla señala que en su segundo libro están sus muestras de humor favoritas, y que se rió mucho creándolo porque era “muy terrible”. Refiere que ambos textos fueron realizados sin ningún tipo de organización previa, y disfruta más escribir de esa manera. “Es una aventura. Uno lo hace, y se apasiona así como un pianista. Estás tecleando, y te desligas del mundo. En tu cabeza, tienes como una película”.
– ¿El humor puede ser oscuro?
– ¡Oh! el humor puede ser más oscuro que el carbón .
Es Egresado de Comunicación Social, mención audiovisual, en la Universidad Santa María (USM), de Caracas. Puntualiza que su carrera lo nutrió mucho por profesores como Gustavo Wanloxten, que recuerda como severo pero también con mucho cariño por pulir su escritura.
“Me acuerdo de sus clases como si hubiese salido de una en mi última pesadilla. Te quitaba un punto por cada error ortográfico. O sea, era adaptarse o morir.”.
Sin embargo, considera que escribir se aprende a hacerlo cuando lees. Sostiene que hay que leer a otras personas, enamorarse de sus letras, y luego, tener “la prueba de fuego” escribiendo lo propio.
– ¿Ya tienes algo nuevo para publicar?
– Sí, ya están editando el nuevo libro. Se estima publicar en 2017.
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