Biblioterapia como cura para las enfermedades

La Biblioterapia como cura para las enfermedades, ofrece múltiples ventajas, desde alegrarnos un día triste, mejorar nuestras relaciones interpersonales, hasta contribuir al desarrollo de nuestra inteligencia emocional.
El concepto de Biblioterapia como cura para las enfermedades se originó en los Estados Unidos y data del año 1930. Durante la Segunda Guerra Mundial, se aplicó en el cuidado médico de los soldados. La lectura les fue de mucha ayuda y tuvo efectos curativos en varios casos. En el aspecto psiquiátrico, los libros se asociaban al bienestar de los pacientes, sobre todo en el aspecto del entretenimiento.
Ventajas según los géneros
Aporte de bagaje cultural, aumento de la reserva cognitiva minimizando la posibilidad de desarrollar ciertas demencias son beneficios de la Biblioterapia como cura para las enfermedades.
En enfermos de esclerosis múltiple, leer les ayuda con el tamaño del hipocampo y aumenta la memoria.
Se cree que las novelas de no ficción informan y motivan, mientras que los relatos breves, proporcionan consuelo y reflexión como El Principito de Antoine Saint-Exupéry. Por otra parte, leer poesía, estimula las regiones cerebrales relacionadas con la memoria. Aristóteles, autor de La Poética decía que la poesía tenía mayor importancia que la historia.
Leer te permite trasladarte a mundos imaginarios y el regreso de ese viaje, implica enfrentar problemas con una óptica diferente. Además, las lecturas de ficción ejercitan la imaginación y el sentido de la ética.
¿Cura la Biblioterapia?
La Biblioterapia se define como “el empleo de los libros y la lectura en el tratamiento de las enfermedades nerviosas” según el Diccionario Médico Ilustrado Dorland’s, en 1941. Ya en 1916, un artículo publicado en la revista The Atlantic Monthly decía que el Dr. Bangster recetaba libros a sus pacientes a fin de que les produjera sensaciones tranquilizantes.
Por su parte, Mifflin de la Universidad de Sussex, afirma que leer es mejor para aliviar el estrés que ir a dar un paseo, por ejemplo. De hecho, el nivel de estrés de los participantes en el estudio disminuyó en un 68% pocos minutos después de haber iniciado cualquier tipo de lectura.
“The School of life” es una iniciativa creada en Inglaterra por Alain de Boton y que, ofrece cursos, talleres, charlas y, sobre todo, un servicio de Biblioterapia tanto presencial como virtual que, desde 2007 llevan a cabo Susan Elderkin y Ella Berthout, autoras de “The novel cure”. Recomiendan libros para pacientes con problemas que van desde ruptura amorosa, duelo o estados de nervios. Paradójicamente, no recomiendan libros de autoayuda.
El National Institute for Health and Care Excellence (NICE), recomienda la Biblioterapia para los trastornos depresivos y de ansiedad leves.
Desde las bibliotecas
En el año 2001, la International Federation of Library Associations and Institutions (IFLA) presentó las “pautas para bibliotecas al servicio de pacientes de hospital, ancianos y discapacitados en centros de larga duración”. Esto se basa en el efecto positivo de los libros en la recuperación de pacientes con enfermedades físicas y psicológicas.
Cualquier terapia debe depender de los destinatarios (edades, dolencias, intereses). Por ejemplo, pacientes con trastornos graves, socialmente vulnerables o con dificultades de desarrollo deben recibir Biblioterapia clínica y evolutiva.
La Biblioterapia como cura para las enfermedades consiste en la selección de material de lectura relevante para la situación vital de una persona o grupo. En el caso de un niño que esté en duelo por la pérdida de su padre, la lectura de historias donde haya una situación similar, haría que ese niño comparta y se sienta menos solo.
Biblioterapia en Cantabria
En España, el centro de salud de Cabezón de la Sal es el primero en Cantabria que ha puesto en práctica la Biblioterapia. El doctor de atención primaria, Adolfo Ortiz, la enfermera María Jesús Pérez, y la bibliotecaria de la localidad, Ana Lilia Saro han integrado un equipo que ha establecido un protocolo de salud.
Los médicos recomiendan leer mucho, pero no cualquier cosa, sino aquellos libros que sean adecuados a cada caso. Los médicos recetan libros en base a un listado de patologías que ha confeccionado Ana Lilia, encargada de recomendar un libro para cada dolencia.
La lista incluye títulos como La sonrisa etrusca para la vejez; La mujer del médico, para alguien que haya sufrido una infidelidad; La carta cerrada, de Martín Garzo, para aquellas personas que están decaídas emocionalmente. Hay libros para el abandono, los celos, ansiedad, anginas, exceso de ambición, apatía, alzhéimer.
Después de que el médico prescriba el libro establecido en la receta, los pacientes acuden a la biblioteca a solicitarlo en calidad de préstamo o pueden comprarlo en la librería Sancho Panza con un 5% de descuento.
Ana Lilia, la bibliotecaria
Ana Lilia, la bibliotecaria, dice: «Que sean libros de ficción (no de autoayuda), que produzcan una identificación (el usuario aprecia afinidades entre sí mismo y algún personaje, real o de ficción, y le sirve para tener una actitud más positiva) con las patologías o situaciones vitales específicas, y que sean de comprensión fácil».
También se recomiendan lecturas que permitan crear actitudes reflexivas, de introspección, sobre aspectos de la propia personalidad; así como textos literarios que ayuden al lector a crear una visión más amplia de la patología, problema o situación vital de que se trate.
En cuanto a su aplicación, puede consistir únicamente en la lectura, o puede desarrollarse una conversación a partir de ella, o ser complementada con actividades artístico-terapéuticas, como el dibujo, modelado en arcilla, dramatizaciones.
Una persona puede dibujar una escena del libro, o identificarse con algún personaje o escena. El libro puede ser utilizado para sacar a luz difíciles y que deben debatirse.
La prescripción literaria pretende que se disminuyan los fármacos. Aún se encuentra en fase experimental, porque muchos pacientes no entienden los beneficios de la Biblioterapia. Es un trabajo que llevará su tiempo pero a futuro será muy satisfactorio.
Foto: www.eldiariomontanes.es
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