De cómo Luisa Rivera ilustró a Macondo

La artista e ilustradora de origen chileno, radicada en Londres, Luisa Rivera contó a QUÉ LEER, cómo se metió a fondo en la historia de la familia Buendía con mucha creatividad e ingenio para ilustrar una hermosa edición a todo color con motivo del 50 aniversario de un importante clásico de la literatura mundial: Cien Años de Soledad, del Nobel colombiano Gabriel García Márquez
Luisa Rivera ama lo que hace. Tiene una amplia trayectoria como artista e ilustradora. Estudio licenciatura en artes en Chile y gracias a una beca Fulbright pudo realizar un máster en artes especializado en ilustración en el Minneapolis College of Art and Design en Estados Unidos. Sus ilustraciones aparecen en libros, revistas, diarios, y exposiciones, entre otros. Para ella cada trabajo siempre es un desafío que enfrenta con pasión y mucha dedicación. Y el reto que asumió fue llevar su arte al realismo mágico del Gabo para contar una historia un millón de veces contada pero esta vez, a través de los ojos de una ilustradora.
-Eres una ilustradora muy versátil, ¿Cómo defines tu estilo?
Figurativo, narrativo, y frondoso.
-¿Cómo diseñar la portada perfecta de un libro?
Hay una mezcla de muchas cosas. Por ejemplo, en la nueva edición de ‘Cien años de soledad’ está el trabajo de Gonzalo García, hijo de Gabo, puesto que la tipografía fue creada por él. Está el trabajo del equipo editorial, que diseña y evalúa las propuestas, y también el mío como ilustradora. En ese sentido, hay muchos ojos trabajando juntos.
-¿Por qué fuiste escogida para ilustrar la edición del 50 aniversario de Cien Años de Soledad?
Fui invitada por la editorial Penguin Random House Grupo Editorial (España). Hace dos años que estoy trabajando con ellos en diversos proyectos, lo cual ha generado una relación profesional muy fluida. Mis ilustraciones tienen elementos del realismo mágico, por lo que fue una buena conexión con esta obra literaria.
-Para ilustrar esta importante obra universal has confesado que “pasaste un buen tiempo acompañada con el Gabo”, cómo fue ese proceso creativo, cuánto duró y cómo llegó esa inspiración a ti para recrear todo el universo fantástico de Macondo
El primer encuentro fue desde la historia. Ya la había leído antes, por lo tanto conocía la trama, los espacios y los personajes. La inspiración vino desde ahí porque las descripciones que hace Gabo son alucinantes. Además de eso busqué entrevistas y discursos, porque quería escuchar su experiencia con esta obra.
-¿Cuál fue la técnica empleada?
Acuarela y gouache sobre papel.
-El colorido es importante para reflejar ese realismo mágico. ¿Cuál fue la paleta de colores que empleaste en esta ocasión?
Es un paleta unificadora, es decir, conecta las ilustraciones a lo largo del libro, Me interesaba utilizar un colorido que hiciera justicia al entorno, pero que añadiera elementos extraños, por eso hay una combinación de azules, verdes, naranjas, y brotes de luz.
-La naturaleza es un elemento omnipresente, ¿En qué te inspiraste para diseñar esa vegetación abundante, caribeña, protagonista?
Me inspiré en el libro, porque Gabo tiene un estilo muy barroco y atento a la descripciones, por lo que es fácil imaginar a través de sus palabras. Sin embargo, también indagué en la flora y fauna de la zona, porque quería rescatar especies y elementos claves.
-Indudablemente fue un hermoso trabajo el que realizaste, un reto que asumiste y lograste, ¿Qué feedback has recibido? Algún comentario en especial que quieras destacar.
Varias personas han señalado que las ilustraciones reflejan la historia y el realismo mágico. Eso es una gran satisfacción, porque como artista quería que ese imaginario que hay entorno al libro estuviese bien representado.
-Ahora que has visto a Cien Años de Soledad con ojos de ilustradora, ¿Cuál es tu opinión sobre esta obra?
Me sigue encantando, como la primera vez que lo leí. Tal vez ahora imagino Macondo en más detalle, porque me tocó habitar y explorar ese espacio.
-Para un escritor es importante la soledad ¿Lo es también para un ilustrador?
Mucho. En soledad hay espacio para escucharse a uno mismo, y eso es esencial para la creatividad. Yo trabajo sola y no cambiaría eso por nada, porque necesito esa quietud para desarrollar las ideas.
-¿Hay alguna obra que te llame la atención que quisieras ilustrar?
Hay muchas obras que me interesan, pero un sueño y un gran desafío sería ilustrar ‘Alicia en el país de las maravillas’ de Lewis Carroll. Es un cuento que me marcó mucho de niña, y al que he vuelto de grande.
-¿Cuál fue el más reciente libro que leíste?
Hace unos días releí ‘La vida es sueño’ de Pedro Calderón de la Barca y ahora estoy en ‘Mi vida en la carretera’ de Gloria Steinem.
-¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Seguir ilustrando, y creciendo en mi carrera.
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