El legado filosófico y cristiano del poeta Armando Rojas Guardia

El legado filosófico y cristiano del poeta Armando Rojas Guardia. Nos ha dejado a los 70 años luego de enfrentar una delicada situación de salud, apreciado por muchos, autor de libros esenciales de la literatura venezolana como El Dios de la intemperie o Poemas de Quebrada de la Virgen. Desde el 2015 ocupaba el sillón W de la Academia Venezolana de la Lengua.
Armando Rojas Guardia
La literatura está de luto por la partida del poeta caraqueño nacido en 1949, uno de los autores fundamentales del país. Armando Rojas Guardia realizó estudios en Filosofía en Caracas, Bogotá y Friburgo. Formó parte del Taller de Calicanto y participó en la fundación del Grupo Tráfico de Caracas.
Al informar sobre su estado de salud a sus seguidores a través de Facebook, dijo: “Dicen que en el centro del huracán hay un eje de incólume calma. Es lo que siento ahora. En medio del malestar físico y el torbellino anímico Dios me ha concedido mantener una serenidad subyacente, un equilibrio psíquico, imbatible, que constituye un tesoro de la gracia”
Escribió los libros de poesía: Del mismo amor ardiendo (1979), Yo que supe de la vieja herida (1985), Poemas de Quebrada de la Virgen (1985), El esplendor y la espera (2000), así como los ensayos El Dios de la intemperie, El Calidoscopio de Hermes (1989), Diario merideño (1991) y Qohelet y la moral provisional y El principio de la incertidumbre (1994).
En 2017, Editorial Planeta publicó El Deseo y el infinito, diarios (2015-2017) una bitácora reflexiva llena de luz escrita en prosa poética. Fue reconocido con el Premio de Poesía del Consejo Nacional de la Cultura de Venezuela (1986 y 1999) y el Premio de Ensayo de la Bienal Mariano Picón Salas (1997).
El poeta dictaba talleres literarios como el realizado en los espacios de La Poeteca llamado ¿Qué es vivir poéticamente? en 2019.
Armando Rojas Guardia: nací a la vida literaria como poeta y me parece que moriré como tal
Armando fue fiel a sí mismo
En palabras de Ricardo Ramírez Requena director de La Poeteca: “La importancia de Armando es maravillosa porque es como una pequeña bisagra entre los poetas de los 70 y los de los 80. Fue el menor en los poetas de los 70 y el hermano mayor de esos poetas de los 80. Él los guió, les mostró literatura, los ayudó a formarse política y filosóficamente, fue ese hermano mayor”- apuntó.
A Ricardo le impresiona cómo a partir de la fe, el poeta tenía esa capacidad de seguir adelante. “Un hombre que tenía muchas cosas con él y las vicisitudes de la vida fueron poniendo trampas pero que también, y creo que esto es lo más importante en Armando, fue siempre fiel a sí mismo, a pesar de que podía haber tenido una carrera como jesuita muy importante; su sexualidad, su condición homosexual lo llevaron a no continuarla, pero aun así a no romper con esa fe, una fe que lo acompañó hasta el final de su vida”- señaló.
Para Ramírez, Rojas Guardia fue un hermano jesuita no consagrado hasta el término de sus días y además tuvo la particularidad de ser un poeta que se zambulló en la condición mística como no se ha visto en América Latina en mucho tiempo.
“Lo creo superior a Cardenal en ese sentido e incluso un poeta más contemporáneo como Hugo Mujica en el contexto latinoamericano. Armando es además el heredero de Sucre y Cadenas que logra conjugar maravillosamente poesía y ensayo. Armando fue un hombre maravilloso, muy amado y querido hasta el último momento de su vida. Alguien que en el camino fue tocado por la locura y aun así continuó siempre adelante, entendiendo la vida como una alegría y un gozo bellísimo en medio del dolor”- concluyó el director de La Poeteca.
El legado filosófico y cristiano del poeta Armando Rojas Guardia
—Mi padre es una presencia poderosa en todo el curso de mi existencia. Su ejemplo fue para mí paradigmático: mi vocación literaria solo es explicable a partir de él. Mi tía Albertina contaba que, teniendo yo cuatro años de edad, un día me preguntó: “Armando, cuando seas grande, ¿vas a ser poeta?”. Y yo le respondí: “No es que lo voy a ser. Ya lo soy”.
—Mi infancia, hasta los siete años, transcurrió en diversos países porque mi papá era diplomático: Funchal, Martinica, Praga, Checoslovaquia, Haití y Nicaragua. Yo había nacido en Caracas porque mi papá tenía la voluntad férrea de que todos sus hijos debían nacer en Venezuela, y decidió que mi mamá viajara de Praga, donde estaban instalados, a Caracas para que yo naciera.
—La comunicación con los demás me costaba mucho. Era muy introvertido. Pronto descubrí que la lectura, el estudio, los libros, eran la mejor alternativa para comunicarme con el mundo. Así como la comunicación de viva voz con los demás me costaba enormemente, la comunicación con la realidad a través de los libros me producía mucho placer. Entonces mi adolescencia fue muy retraída, dedicada a la lectura en la biblioteca de mi padre. A partir de un determinado momento, cuando nos mudamos de una casa de El Paraíso a otra, yo dormía en la biblioteca, era mi cuarto.
—La otra cara de la adolescencia de mi vida fue el Colegio San Ignacio, un centro educativo enorme: tenía 14 hectáreas, y estaba concebido para que quien quisiera casi no tuviera que salir de aquella frontera porque había muchas actividades periescolares; incluyendo una institución muy jesuítica, llamada la Congregación Mariana, en que estaban agrupados los estudiantes que los jesuitas consideraban la levadura en medio de la masa de estudiantes, los futuros líderes, y yo tuve la fortuna de pertenecer a ese grupo.
—La novela me da miedo. Es una empresa de mucha envergadura. Yo escribo generalmente en estado de trance. Es decir, las mejores cosas que yo he escrito, las he escrito en un estado psicológico al que no puedo calificar sino de trance, de trance hipnótico.
— En primer lugar, mi orientación política subvierte los patrones del establishment sociopolítico y económico. En segundo lugar, si yo soy de izquierda es única y exclusivamente porque soy cristiano, mi religión me ha permitido atender la interpelación que me hace la existencia de los pobres, los marginados y los oprimidos. En tercer lugar, ¿la homosexualidad por qué no va a ser perfectamente integrable a lo religioso y lo político?
El legado filosófico y cristiano. Dolor en redes sociales
Kira Kariakin: Armando Rojas Guardia ha fallecido hace unos minutos atrás. No estuvo solo. Tuvo compañía en todo momento, gracias al aporte amoroso de tanta gente se le pudo dar atención médica esmerada. Murió en paz, abrazado a la fe, sin sufrimiento. Nos queda su palabra por siempre.
Ana Teresa Torres: Armando Rojas Guardia merece una cuidada antología para que los futuros lectores conozcan a un gran poeta. La literatura trasciende la muerte, adiós querido Armando.
Sergio Dahbar: Hace años Armando Rojas Guardia me regaló un apodo en medio de una batalla cultural que era más pequeña de lo que imaginábamos: el dinamitero de San Petesburgo. Hoy he recordado esos años en sabana Grande, su furia, su inteligencia brutal, su amistad. Ojalá haya descansado
Zakarías Zafra: Siento la partida de Armando Rojas Guardia como la interrupción de una oración profunda. Como si se cerrara una hermosa puerta del idioma. Como si todo el país quedara mudo y a oscuras. Para eso también mueren los poetas: para revelar el poder misterioso de las palabras
Carmen Verde Arocha: Vuela alto querido Armando, con toda tu poesía. Q.E.P.D. “Hay otro tiempo./Sé que hay otro sugiriéndose/ allí, en pleno centro/ de esta anárquica orquesta de relojes/ dando la hora para nadie,/ porque es siempre el minuto en que estoy,/ en que me fui”. Armando Rojas Guardia
Leonardo Padrón: Se fue Armando Rojas Guardia. Viejo y entrañable amigo. Figura tutelar para los poetas de mi generación. Nuestro poeta místico. Un santo atormentado, y a la vez un huésped del infierno lúcido. Se te va a extrañar, Armando. Y se te va a leer. Mucho y siempre
Jacqueline Goldberg: Armando Rojas Guardia, Maestro imprescindible, suya es la eternidad 08/09/1949 — 09/07/2020
Gabriela Rosas: Recién me enteré de tu partida poeta, maestro, ser entrañable, humano, cálido. Armando Rojas Guardia olvidarte es imposible. Gracias por tu poesía, por todo lo que nos enseñaste, por tu estar amoroso sobre el mundo. Por tu generosidad, por compartir la belleza con todos. Q.E.P.D
Elías Pino Iturrieta: Murió Armando Rojas Guardia, poeta de gran importancia y honorable ciudadano. Terrible noticia para la sociedad que honró con creces
Sonia Chocron: Bendita sea la memoria de Armando Rojas Guardia. Bendita su poesía. Inmortales.
El legado filosófico y cristiano del poeta Armando Rojas Guardia
Poema de la llegada
“Cuando tú vienes,
tú el vacío el nada el ya,
el que yo no sé su nombre,
ni interesa,
cuando tú vienes
me siento perder voz
me seco de palabras
sueno
simplemente
como tú,
sin queja sin golpe
sin crujido,
sueno
como tú
Armando Rojas Guardia. Descansa en Paz…
2 Comments
Raquel Almérida, periodista y comunicadora
atHola! Quisiera hacerles llegar una nota de prensa sobre el lanzamiento de una obra literaria de un escritor venezolano para brindarle el apoyo en este respetado espacio. Gracias de antemano! Quedo atenta a las coordenadas.
queleerblog
atHola Raquel, un gusto saludarte. No las puedes enviar a: [email protected] / [email protected]. Saludos