Emily Brontë 5 frases y 1 poema

Emily Brontë fue la quinta de seis hermanos nació en Thornton, Yorkshire, Inglaterra el 30 de julio de 1818 y falleció en Haworth, Inglaterra; el 19 de diciembre de 1848. Emily Brontë fue maestra, escritora, poeta y novelista británica.
La obra más importante de Emily Brontë es la novela Cumbres borrascosas (1847), considerada un clásico de la literatura inglesa, que fue publicada bajo el seudónimo masculino de Ellis Bell para sortear así las dificultades que tenían las mujeres del siglo XIX en el reconocimiento de su trabajo literario.
«¡A cada momento necesito recordarme a mí mismo que he de respirar, que ha de seguir palpitándome el corazón…!»
«(…) Yo creo que los muertos reposan en sus tumbas, pero, sin embargo, no se debe hablar de ellos con esa frivolidad».
«El tirano oprime a sus esclavos, y éstos, en lugar de volverse contra él, se vengan en los que están debajo».
«¡Que te he tratado horriblemente y vas a vengarte! ¿Cómo vas a vengarte, torpe ingrato? ¿Cuándo te he tratado horriblemente yo?».
«Mi existencia se resumiría en dos frases: condenación y muerte».
A la imaginación
Cuando agotados de la extensa jornada,
Y del terrenal cambio del dolor por el dolor,
Perdida, dispuesta a la desesperación,
Tu cálida voz me convoca de nuevo;
Mi sincero amigo, nunca estoy sola
Si tu presencia y ese tono me acompañan.
Sin esperanzas descansa el mundo sin tí,
El mundo sin este doble de mí;
Tu mundo de astucias, odios y duda,
De frías sospechas sin lugar,
Donde tú, yo y la Libertad
Disfrutan una soberanía muda.
Lo que importa es que todo alrededor,
Peligro, angustia y oscuridad,
No rompen las cadenas de nuestra soledad
Donde habita el cielo en su esplendor,
Alimentado por diez mil rayos eternos
De soles que no han conocido el invierno.
La Razón sin dudas habrá de objetar
Por la triste realidad de la naturaleza,
Explicando que el sufrimiento del corazón es vano,
Y que sus preciados sueños deben perecer;
La Verdad con rudeza busca asolar
Las flores de la fantasía que tímidas asoman.
Pero tú siempre serás el que trae
Las cerradas visiones que retornan,
El aliento de nuevas glorias caídas en primavera,
Llamando a la vida de la muerte,
Susurrando con la divina voz
De un mundo real y brillante como tú.
No confío en la dicha de tu fantasma,
Pero en las horas quietas de la noche,
Con un incesante agradecimiento
Te doy la bienvenida, bendito aliento,
Fiel asistente de los humanos deseos,
La más brillante esperanza
Allí donde la esperanza muere.
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