La magia de los libros llegó a los niños de “El Cardón”

De la mano de QuéLeer, las #BibliotecasMóvilesQuéLeer dijeron presente en el comedor del Barrio El Cardón de Carapita, en el Municipio Libertador en una alianza con Alimenta la Solidaridad, una organización que lucha contra la desnutrición infantil empoderando a las madres de las comunidades más vulnerables.

De visita en el Barrio El Cardón de Carapita
-¿Cómo dice el tigre? Pregunta la cuentacuentos Jenny Fraile, encuentada.
– Grrrrrrrrr le responde la avispada niña de 3 años Edualis.
Edualis integra el grupo de más de cien niños que de lunes a viernes acuden a almorzar al comedor del barrio, solo que esta vez, la cita fue sabatina y no era para alimentar su barriguita, sino su alma y su imaginación.
Con caritas contentas y ojitos muy atentos, los niños más grandecitos leían, mientras que los más pequeños miraban las ilustraciones de los libros de las #BibliotecasMóvilesQuéLeer. Durante 15 días, ellos tendrán la oportunidad de tomar prestado un libro, leerlo y devolverlo.
Melissa Nahmens y María Alejandra Bello fundadoras y directoras del proyecto cultural Qué Leer creen firmemente en la lectura que alimenta sueños y hace volar la imaginación. Esa caja mágica de historias, las #BibliotecasMóvilesQuéLeer, son su iniciativa consentida.

Llevarlas a los niños de Carapita es una forma de nutrirlos, de que puedan leer libros por sí mismos o en compañía de sus familiares. ”Lo importante de esta dinámica es que los niños lean los libros y los devuelvan para que otros puedan leerlos también”
Ruta #BibliotecasMóvilesQuéLeer
Alianzas positivas

Para Rosa Ortiz, Coordinadora de apoyo y formación de Alimenta La Solidaridad, la idea es unir esfuerzos. “Queremos que los espacios del comedor sean algo más que ir a comer, queremos que los niños tengan otras distracciones en esta situación país ante el difícil acceso a los libros. Esta alianza con QuéLeer es un plan piloto. Queremos ver cómo es este primer encuentro de los niños con un mundo nuevo”.
Rosa se siente satisfecha de este valioso vínculo que se ha creado con QuéLeer. “Le estamos dando prioridad a comedores consolidados como El Cardón que ya tiene dos años, pero la idea es que las bibliotecas vayan a nuestros 30 comedores”.
Se le iluminan los ojos cuando nos confiesa: “Llegar a estos espacios, a estos rincones que cuando uno va por la autopista los ve tan lejos, pero el estar acá, traer los libros, es un primer paso para lograr un cambio en el país, significa que hay motivación y la esperanza de querer surgir”.
El Cardón, comunidad empoderada
Yusbel Castro, Líder Comunitaria de El Cardón de Carapita, apostó por su barrio, le calló la boca a los que no creían que ella pudiera abrir un comedor para los niños en una zona a la que no llegan los entes gubernamentales.
Su preocupación al ver la desnutrición de los pequeños y la desesperación de sus madres, no se quedó en las lágrimas, se tradujo en soluciones.
Hoy, son muchos almuerzos que se han servido en su casa, gracias al trabajo conjunto con Alimenta la Solidaridad. “Empecé a organizar la comunidad y a hacer un censo, empecé por 40 niños, ya van 110 y vamos a cumplir dos años”.
Yusbel sabe que con sus acciones, ha logrado motivar a las madres. Todas colaboran aunque sea los fines de semana. En esta ocasión, la presencia de los libros de Qué Leer, la llena de emoción y expectativa.
Ella nos habló sobre la inquietud de las madres por hacer alguna actividad diferente a cocinar. “Leer es recrear a los niños de una manera sana” afirmó esta luchadora, madre además de tres niños de 8, 11 y 13 años.
Cuentos para todos
Cuando Jenny Fraile se presenta ante los niños, les dice por qué se llama Encuentada y cuál es el origen de su colorido sombrero. Los pequeños de El Cardón, pusieron toda su atención en cada historia.
Ella les contó leyendas de los indios pemones. Con los ojitos muy abiertos y los oídos muy despiertos supieron cómo le salieron las rayas al tigre, a qué se debe el color de sus ojos y también se enteraron de porqué el sapo no es un animal bonito.
Aprendieron, gracias al cuento del sapo enamorado, porqué en el amor, poco importan las diferencias, también supieron de dónde salieron las mandarinas que Nandi le regalaría a su amiga. Cuentos sobre amistad, igualdad, amor se escucharon en la casa de Yusbel.
No solo los niños estaban atentos, sus padres también escucharon las historias. Por un momento, la magia flotó en el ambiente y la imaginación voló a la selva, al cielo, al bosque. Los libros estaban haciendo su efecto.
Jackson De Ávila de 34 años fue uno de los primeros en llegar a la actividad y la disfrutó un montón. Encuentada no solo les contó historias a los más pequeños sino que también les regaló cuentos a los adultos, alejándolos por un momento de la agotadora cotidianidad para que así, pudieran despejar la mente.
Los niños recuerdan uno de los cuentos que más les gustó. Por un momento, dejaron de ser ellos mismos, para convertirse en la caperucita roja, la mamá de caperucita, el cazador, el lobo feroz y hasta la abuelita. Cada uno representó su personaje en una obra de teatro improvisado pero con un texto mil veces contado.
Luego de escuchar los cuentos, se armó una algarabía, los niños fueron corriendo a las #BibliotecasMóvilesQuéLeer y cada uno tomó un libro.
Entre las voluntarias haciendo de pintacaritas y los niños ojeando las páginas de los cuentos, finalizó una hermosa jornada que levanta el ánimo y nos demuestra que sí se pueden hacer cosas bonitas por el país y por sus niños, y aunque la frase suene a lugar común, ellos son el futuro de Venezuela.
Qué dijeron los protagonistas
Marco: “A mí me gustó el cuento del sapo enamorado. Me voy a llevar el libro Historias que espantan el sueño”
Mariángel: “Me gustó La caperucita roja. Yo era la mamá de Caperucita. Me gusta el cuento de Nandi”
Daniela: “Me gustó el cuento del sapo. Voy a leer Sí Canto. Me encantó la cuenta cuentos”
Viviana: “Voy a leer La comunión del colibrí y la luna”
Alan, hijo de Jackson: “Me gustaron los cuentos, los chistes que la señora hacía, me gustó la Caperucita Roja. Voy a leer el libro del sistema solar porque habla de los planetas”
Deikerson: “Me gustó el cuento de la Caperucita. Voy a leer La marcha de los Fantasmas”
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