Lupe Gehrenbeck: Todos los libros que he leído me han dejado soñar

Lupe Gehrenbeck nació un 20 de Agosto en Caracas: “Mi papá decía que a las seis de la tarde porque ya habían abierto los bares. Mi mamá dice que a las seis de la mañana… ¿a quién le creería usted?”.
Egresada de las Escuela de Arte. Mención Artes Visuales por la Universidad Central de Venezuela (1984) y Master of Arts in Media Studies. The New School for Social Research. NYC.
Lupe Gehrenbeck ha publicado: “Soy hueco, luego existo”. Antología de cuentos cortos (1996, Fundarte), “Por un maní, La Casa, El Mar, Diario de las emociones”. 4 libros infantiles ilustrados (2015, Fundación Editorial El Perro y La Rana)
En el 2016 Lupe Gehrenbeck publicó “Cruz de mayo” Premio Teatro Autor Exprés, Ediciones de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores de España) y en el 2018 de la mano de Eclepsidra editorial publica “Gregor Mac Gregor y otras”Antología de ocho de sus obras.
Lupe Gehrenbeck, ¿Qué razón la motiva a escribir?: Las ganas de decir.
¿Para usted “escribir “es una profesión o un hobby?: Una necesidad que terminó por convertirse en profesión.
¿Qué es lo más difícil de ser escritor?: El reto creo que siempre es lograr encontrar la palabra que logra describir con sensible exactitud lo que pasa por dentro, tan adentro que, aunque a todos nos pasa, es difícil de nombrar. Y por supuesto, ganarse la vida con el oficio.
¿Qué le hizo saber que se dedicaría a ser escritor? El placer que me da, no sólo echar el cuento, sino el esmero de encontrar la música que anima la verdad de cada cuento.
¿Tiene alguna rutina para sentarse a escribir?: Pocas veces me siento a escribir sin antes tener la casa en orden y los labios pintados de rojo.
¿Tiene alguna musa de inspiración?: Mis amores… mi gente, toda, lo que incluye a los amables desconocidos.
¿Cuáles autores lo inspiraron para escribir?: Felipe Delmont, que no es escritor sino arquitecto. El estaba seguro de que los cariños escritos que le dedicaba, los podía llevar hasta donde yo quisiera. Sólo necesitaba un comienzo y un final, para luego dedicarme a inventar la vida entre esos dos cabos… su amoroso entusiasmo, me animó a empezar a llenar páginas y páginas sin encargo ni destinatario, por el simple placer de escribir.
También son inspiración, las mujeres de mi casa, Las Malenas de Almudena Grandes, Ana Karenina y madame Bovary, que las llevo siempre conmigo. Y el respeto profundo, el afecto incondicional y la admiración sostenida por mi maestro, José Ignacio Cabrujas… referencia que me completa agradecer.
¿De sus obras cuál ha sido la que más ha disfrutado escribir?: No me atrevo a escoger ninguna. Siento que me traicionaría al hacerlo. Todas me parecen lo mejor que he escrito, al momento de terminar de escribirlas. Algunas me han tomado días… otras, años. A todas las quiero mucho. Con todas he sufrido y he gozado.
¿Qué está escribiendo?: Acabo de terminar mi primera obra escrita directamente en inglés, A GUY TO BUY. Hasta ahora siempre las había traducido luego de escribirlas en español. En esta ocasión quise contar una realidad extranjera en sus palabras extranjeras. Un proyecto que desarrollé como miembro del PDW del Actor Studio de NYC, y como residente invitada del Workshop Theater. Y debo decir que aunque salí satisfecha y airosa del empeño, el reto resultó ser mucho más grande de lo que pensaba. No solo por la dificultad sino por el aprendizaje. Me sorprendió, entre muchas otras cosas, lo mucho que me costó encontrar el disfrute que normalmente tengo en el regodeo de la búsqueda de la palabra cuando escribo en mi lengua, materna, nuestro español magnífico. Puedo decir que quedé francamente reafirmada en mi innegociable aprecio por la riqueza emocional y el color del español… al tiempo que quedé marcada por la eficaz exactitud del inglés. Sobre todo porque terminé por lograr los decires de un ex convicto neoyorkino con el sonido de su verdad, ante el escrutinio y aprobación de colegas nativos que respeto mucho.
Por otra parte, también acabo de terminar la primera versión de un guion de largometraje, que me tiene muy entusiasmada, Tierra Adentro. Donde me explayo en mis querencias y angustias nacionales a través de las mujeres que somos. Planeo una versión para teatro.
¿Qué libro le hubiese gustado escribir?: Desire, de Murakami, es el que me viene a la cabeza. Birds of America, de Lorri Moore… me hubiera encantado escribir ese libro en español.
¿Cuál género no se ha atrevido a escribir?: Novela… pero estoy calentando los motores.
¿Cuál autor venezolano recomienda leer?: José Ignacio Cabrujas.
¿Cuál es el libro más preciado de su biblioteca?: No lo podría decir. No es una pregunta fácil, porque es cuestión que cambia con los días. Mi libro favorito a los 15 años era En Cuba, de Ernesto Cardenal, por ejemplo. Un libro por el que siento muy poca estima hoy, con el debido respeto que me merecen aquellos 15 años ilusionados y el señor Cardenal. De esos mismos días, recuerdo con especial afecto El Túnel de Sábato, los poemas de José Agustín Goytisolo, Baudelaire y Mallarme, Ramos Sucre… Esto por decir que así se nos va armando la vida, de favoritos que nos constituyen, aunque vayan luego dejando de ser favoritos.
Lupe Gehrenbeck: Todos los libros que he leído me han dejado soñar
¿Cómo es su biblioteca, tiene un lugar especial, un sistema para ordenarlos, cuántos tiene?: Tengo muchos libros y varias bibliotecas, sagradas todas. Los organizo por género y luego por geografía o tiempo histórico. Los más viejos, están llenos de notas y subrayados de juventud. Esos son mi tesoro. Y siempre llegan nuevos, que encuentran fácilmente su lugar… entre los que me parece importante resaltar, los que salvo de la inclemente indolencia hacia el papel que impone, con cada vez más crueldad, la era digital. Me perturba ver libros botados en la calle, tirados en la basura… entre los que generalmente encuentro alguno que con gusto recupero y que encuentra hogar en mi biblioteca.
Recuerda con cuál libro se inició en la lectura: Los de Julio Verne. El Don Quijote, que mi papá me ayudó a leer. Pero sobre todo, unos que sacaba prestados de la biblioteca de mi colegio, una colección que se llamaba “Las aventuras de los Cinco”: “Los Cinco en la Isla del tesoro”, “Los Cinco en la Casa encantada”, “Los Cinco en… ”
¿Cuál fue el libro qué dejó una huella en ud?: Todos, los buenos y los malos que he leído. Los felices y los tristes. Todos me dejan un pedacito adentro… en respuesta automática pienso en Carson Mac Cullers… Los cuentos de Chejov… Raymond Carver o acaso es Tess Gallagher la que sabe “De qué hablamos cuando hablamos de Amor”… o el insospechado asombro que me asalta cada vez que vuelvo a Shakespeare…
Un libro para iniciarse en la lectura: Me atrevería a decir que García Márquez es iniciático.
Un libro para soñar: Todos y cada uno de los libros que he leído me han dejado soñar.
Un libro para no leer: No soy quien va a condenar al que se atreve a escribir lo que a mí me parecen tonterías y que a otro lector puede entretener.
Un libro para leer en el baño: Creo saber que la gente que lee en el baño tiene libros específicos para ese momento, pero yo no leo en el baño…. Pienso que se trata más bien de que si el libro te apasiona, te lo llevas al baño, al metro, al dentista, a la playa o el campo… Ese es justamente el libro que yo quiero escribir.
Libro de papel o electrónico: ¡De papel! No hay nada que sustituya el roce de las páginas entre los dedos, el peso del libro en el pecho… La inmediatez de lo electrónico y su vastedad, nos separan de la sensualidad que tiene imaginar eso oculto que revelan las palabras cuando te dejas, su resonancia más allá de la simple vista, eso que toma un tiempo espiritual, inasible, y que está peleado con la eficiencia digital.
¿Qué le falta a su obra?: De todo… y nada. Porque es lo que es, que es lo que pudo ser en el momento en que bastó; y la que tengo por delante, por escribir, siempre será más, cada vez más clavada en el corazón y la comprensión de lo que somos y nos importa, pues camina y crece conmigo. Más divertida y sentimental, más dura y más blanda, más artificiosa y honesta… ¡de reír y llorar, pues!
¿Qué tan biográfica termina siendo su obra?: Siempre hay mucho de mí, o más bien, todo de mí, pero nada de lo que he escrito es biográfico.
Lupe Gehrenbeck, ¿Cómo se conecta con el lector?: En el caso de la dramaturgia, me conecto apenas sube el telón, con esa energía que junta a los espectadores que se ríen en una escena hoy y mañana en otra, como si se hubieran puesto de acuerdo. Con sus aplausos, recibo la respuesta, el certificado. Es una aprobación que deja constancia de conexión con el destinatario de tus palabras, de manera inmediata. Con el libro esa conexión es mucho más difícil de medir. Claro, que el número de ventas del libro es una señal, pero lo que pasa con el lector enfrentado a tus líneas, pertenece al ámbito de lo profundamente humano que solo tiene coto en la medida de tu honestidad como escritor.
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