Reseña “El Consejo” de Carlos Palanco

El consejo de Carlos Palanco

Transcurre enero del 2020 en Atlántika y aunque es un año electoral y de nuevas expectativas, en el ambiente se respira conflicto; hay movimientos que expresan inconformidad con el desarrollo de la sociedad. El autor del libro El Consejo, Carlos Palanco Vázquez (Hornachos, España, 1978) nos presenta su segunda novela con una trama que devela la utopía de una sociedad deseable que privilegie al ciudadano común; es una historia universal que podría ser contada en cualquier sitio  sin que se perdiera su esencial mensaje.

No deja de sorprender gratamente que el autor de esta obra tenga como profesión la medicina. Digamos que asumió la literatura como opción y nos presenta un texto meticuloso en los diálogos y detallista en la estructura pero que  evidencia un interés en su entorno y es una especie de llamado de atención al ciudadano pasivo que no va más allá de la crítica para buscar soluciones a su entorno. A fin de cuentas, El Consejo, es una obra de “ficción” con problemas reales.

El nombre del título hace alusión a la formación de un órgano de debate encargado de sentar las bases para la reconstrucción de Atlántika bajo principios éticos y morales en diversos ámbitos.

El panorama político se ha estancado. El bipartidismo de décadas pasadas llevado a cabo por el Partido Conservador y el Partido Reformador pasó, pero el nuevo escenario que venimos contemplando desde hace años lo único que ha hecho es dificultar la gobernabilidad. Los nuevos partidos que surgieron tras la crisis, con sus nuevas ideas y proyectos, han aportado más bien poco. Todo sigue igual. (pág.21)

Todo comienza con una situación misteriosa en la que cinco ciudadanos, tres hombres y dos mujeres,  son convocados en medio del más grande secretismo a un encuentro entre intelectuales en el Edificio Central. Un anfitrión aparecerá de forma histriónica para informarles su tarea pero sin darles muchos detalles. A este grupo de ciudadanos comunes con profesiones humanísticas, se le encargará la redacción de un libro que defina lo que Atlántika debe ser, en qué se debe convertir. Es una tarea, que no va a significar mayor dificultad para los integrantes de “El Consejo” por su preparación académica, pero durante su realización, otras situaciones paralelas le dan relevancia, y sobre todo a los personajes de Javier y Lara.

El autor desarrolló a profundidad el personaje de Javier quien será una especie de investigador  por su propia naturaleza de inconformidad en la vida y su  búsqueda permanente de la verdad.

El Consejo se autorregula y establecerá sus normas internas de funcionamiento. El no saber para quien es el libro que escriben, es motivo de preocupación para Javier.  Aunque el incentivo económico que recibirán por esta asignación les permitirá vivir cómodamente. Y por las características de la selección, tres de los integrantes no tienen un trabajo fijo y necesitan ese ingreso. La pregunta es, qué los mueve a debatir grandes temas, el dinero o un verdadero compromiso con Atlántika y su futuro. El lector tiene la palabra.

Es importante resaltar que en esta trama, las pasiones afloran. A destacar la figura de Lara, que es un personaje femenino con mucho atractivo para el sexo opuesto y cuya relación con Javier generará múltiples conflictos.

Llama la atención la definición de los estados emocionales del profesor Javier. En varios capítulos se detallan sus sentimientos. Él considera su vida monótona, y se siente “pesaroso” gracias a su naturaleza de filósofo. Javier conoce a Lara desde los primeros años en la universidad, pero la nueva cercanía que se ha creado entre los dos a raíz de esta actividad, no lo deja indiferente y le da esperanzas. Javier se irá enamorando de una Lara, amigable pero también esquiva.

Bajo el nombre Libro de la Moral Social Universal, y con los reglamentos bien claros, comienza a sesionar este quinteto de elegidos. El contenido del libro es también objeto de consenso. Todos estuvieron de acuerdo en incluir temas que abarcan desde el individuo hasta la sociedad, incluyendo la moral, la política, la educación, el trabajo  y la democracia.

Las reuniones del Consejo se llevarán a cabo sin mayores contratiempos, durante los primeros meses. Paralelamente crecen los sentimientos de Javier por Lara, quien también coquetea con Adrián el psicólogo. El lugar de encuentro para conocerse más será el pub Universal.

 “La sensación de impotencia ante una sociedad adormecida se había convertido en un sentimiento de incertidumbre por un futuro que, aun creyendo poder moldear con sus manos, no alcanzaba a vislumbrar. El Consejo se había transformado para Javier en un hervidero de ideas revolucionarias. Sin embargo, en su fuero interno, asumía con resentida consciencia lo limitado del asunto. Cinco personas desconocidas, por muy loables que fueran sus ideas, por muy nobles que fueran sus anhelos, jamás podrían cambiar el curso de la historia”. (pág.130)

Un diagnóstico de Atlántika  revela que  las ansias de poder de unos pocos han acabado propiciando una sociedad desestructurada y confeccionada a la medida de un selecto grupo de personas. Problemas sociales y económicos como la pérdida de derechos, la disminución de salarios y pensiones, la indefensión ante los grandes empresarios, la pérdida de cobertura sanitaria, la dificultad de acceso a la educación, afectan a sus habitantes.

El libro indaga en temas como la tecnología y los riesgos de deshumanizar a la sociedad. También preocupa que el sistema educativo valore cada vez menos el humanismo. El texto trae un mensaje subyacente que apunta hacia el conformismo que vive la sociedad, que ha permitido los grandes males que afectan a sus ciudadanos sumisos.

Los miembros del Consejo pasarán por diversos estados anímicos desde la desmotivación hasta la indiferencia y la aceptación. A excepción de Lara, quien por sus oscuras motivaciones siempre estará en contra de cualquier duda adversando constantemente a Javier.

A partir del capítulo XI aparecen en la trama, la asamblearia Belén del Partido Reformador y Norman del Partido de gobierno, el Partido Conservador. Estos políticos están en conversaciones para conseguir adeptos y organizar un movimiento renovador. Norman fue el que convocó a Belén.

Las personas con las que hablemos deben reunir tres condiciones. Por un lado, han de ser personas de vuestra más absoluta confianza; ello asegurará que en caso de que no estén conformes con el plan, no cuenten nada a nadie. La segunda condición es obvia, deben ser receptivas a la propuesta de cambio. Y en tercer lugar, a ser posible, deberán ser miembros influyentes en sus partidos; eso facilitará el que sigan sumándose adeptos a la causa. (pág.186)

Norman es un político de dudosa moral  que usa su cargo para beneficiar a los banqueros y a sus amigos. Belén es una funcionaria con alta responsabilidad y moral quien actuará apegada a sus principios y decidirá buscar alianzas honestas para recuperar a Atlántika. Esta labor no le va a ser nada fácil.

Repentinamente se  han cruzado dos rebeliones, una conceptual, la generada por quienes redactan el libro modelo y otra, la rebelión de los inconformes con la situación del país, llevada a cabo por políticos. ¿Acaso se trata de una sola rebelión?

Se desencadenan una serie de sucesos como persecuciones y cámaras ocultas que dan emoción a la trama. Hay una interesante alusión a la obra 1984 de George Orwell, sobre el Gran hermano, que todo lo ve.

El Consejo es una obra aleccionadora que nos habla del poder, de los que mandan y toman decisiones que afectan el devenir de una nación. De cómo los banqueros y los políticos se dan la mano para impulsar y promover triquiñuelas para el beneficio propio. También es una obra donde la filosofía juega un rol preponderante en el análisis de la crisis social, económica y política que vive Atlántika y que será objeto de un  concienzudo debate por parte de  los integrantes del Consejo.

Es una obra que nos invita a dejar la pasividad y a reflexionar sobre el entorno en que vivimos. Si tuviésemos la oportunidad de influir en el futuro de un país, ¿Lo haríamos? ¿Aceptaríamos formar parte del Consejo? Buenas interrogantes para el lector.

La semilla del cambio ha sido sembrada. Los protagonistas de la transformación están listos. Habrá que esperar un segundo libro para saber qué pasará en  Atlántika luego de las elecciones.

La lectura de este apasionante relato deja muchas preguntas en el aire, sus respuestas, serán claves. Carlos Palanco Vázquez dejó inquietudes sembradas en los lectores. De su imaginación dependerá el destino de Atlántika.

Características

La novela está estructurada en sesenta capítulos cortos identificados con números romanos.

El autor ambienta la trama en su totalidad en la capital de  Atlántika en el año 2020.

Vivía en Poseidonia, una gran urbe, como no podía ser de otra forma tratándose de la capital de Atlántika, país perteneciente a Fraternia, el sexto continente. Se trataba de una atrayente e influyente ciudad donde cinco millones de personas procuraban encauzar sus vidas a través del tejido industrial y tecnológico que conformaba el enorme conglomerado de rascacielos acristalados que dibujaba la silueta de la ciudad en el  horizonte. (pág.9)

El autor, Carlos Palanco Vázquez realiza una  descripción de los personajes ajustada y precisa. En el caso del profesor Javier, este ejercicio es muy detallado, prácticamente el lector puede habitar la piel del personaje y sentir su inconformidad, sus dudas, su determinación.

Los diálogos son  fluidos acompañados con descripciones de los ambientes naturales y los estados del tiempo. A veces diera la impresión de que un día nublado y lluvioso es como ver dentro del alma de Javier.

La novela se nos presenta franca, abierta, sin cortapisas, pueden apreciarse  una variedad de elementos como la Intriga, la ambición, la crítica, la autocrítica, la corrupción, la burocracia, las miserias humanas, la infidelidad, las pasiones ocultas, el engaño, el pesimismo. El ser humano a plenitud con sus virtudes y defectos.

La narrativa se desarrolla dentro de una aparente cotidianidad de sus personajes, aunque sí habrá una  evolución  en sus acciones. Unos más desarrollados que otros.

Personajes

El protagonista central de esta historia es el inconforme profesor de Filosofía, Javier Smith Terón, un talentoso catedrático que enseña a sus alumnos a pensar a través de importantes figuras históricas, mediante argumentos racionales que privilegien el análisis conceptual, los experimentos mentales y la especulación sin dejar de lado los datos empíricos. Platón, Aristóteles, Descartes, Kant,  Nietzsche, Camus, Maquiavelo son nombrados con frecuencia en sus clases. El profesor es amplio conocedor de la música clásica.

“Su apariencia de hombre maduro con barba a medio afeitar y su complexión de deportista estilizado lo hacían muy atrayente para las mujeres. Uno ochenta de estatura, denso pelo moreno ligeramente despeinado con sutiles canas en las sienes, facciones marcadas y ojos marrones claros completaban a grandes rasgos su fisonomía”. (pág.11)

Este es el único personaje con referencias familiares. Su papá es Javier y su mamá Ana. Tiene dos hermanos, Julián e Ismael que solo son nombrados una vez para compararlos por su situación económica. A Ismael como comerciante le va mejor que a Julián quien es arquitecto.

Lara, catedrática de Historia,  es un importante personaje que integra el Consejo, con sus misteriosas motivaciones y sus no tan claros propósitos, ella se convertirá en la rompecorazones, en el objeto del deseo:

“Lara era una atractiva mujer de algo más de cuarenta años, con larga melena rubia casi siempre ondulada, ojos verdes claros, piel clara, silueta estilizada y altura considerable aunque algo menor que la de Javier”. (pág.14)

Su personaje tendrá un interesante desarrollo en la trama. Es clave para desencadenar los acontecimientos.

Hans, maestro en paro, asiste a las reuniones de “El Consejo”:

“entró un hombre bajito que rozaba la cincuentena, con gafas de cristal ovalado, vestido con vaqueros y chaqueta gris, algo pasado de peso, con abundante pelo moreno en las sienes, calva reluciente y cara de bonachón”. (pág.33)

Hans se aliará con Javier en algún momento por sus discrepancias sobre la labor que realizan en el Consejo, pero luego no tiene mayor relevancia.

La segunda mujer que integra el Consejo es Adeline, viuda con dos hijos. Es periodista de ejercicio pero no de estudios, ejerce como articulista:

“Se trataba de una delgada mujer de algo más de sesenta años y apariencia coqueta, vestida con uniforme de pantalón color beige. Su pelo rubio ondulado, cortado a media melena, estaba cuidadosamente peinado hacia un lado. Su cara, algo envejecida, aparecía surcada por discretas arrugas serpenteantes. Sus ojos azul grisáceos, esquivos, parecían esconderse tras unas alargadas gafas metálicas”. (pág.34)

Se puede apreciar que es una mujer sensible, con carencias económicas. Tiene la relevancia que le da integrar el Consejo.

Otro integrante del Consejo es Adrián, psicólogo que ejerce como escritor:

“Se trataba de un hombre delgado de unos cuarenta años, tirando a alto, de pelo grisáceo algo despeinado. Su cara alargada de frente amplia y nariz prominente mostraba una discreta barba a medio afeitar. Su ropa, un juego de chaqueta y pantalón blanco que parecían de lino, se mostraba algo inapropiada para el frío del invierno”. (pág.34)

Adrián se sentirá atraído por Lara, le realiza varias invitaciones. Este personaje tiene una evolución ya que al comienzo parece un poco inseguro pero ejercerá a la perfección su rol como presidente del Consejo, y logrará mantener el orden en las sesiones y la organización necesaria para que se pudiera redactar el libro.

Belén es asamblearia del Partido reformador. Una mujer con principios morales, movida por un deseo real de cambio, cuyo peso en la trama es determinante.

“Belén, una delgada joven de treintena pasada, vestida con uniforme de pantalón negro; de pelo liso largo moreno, ojos oscuros, tez blanquecina y facciones suaves, portaba la pose justa entre la frescura propia de la juventud y la seriedad de la experiencia” (pág.94).

Héctor es el anfitrión, el hombre que gesticula con teatralidad y es el encargado de dar mensajes a el Consejo, es un eslabón en la cadena, un hombre con cierta actitud misteriosa que lo define  “un hombre apuesto, de mediana edad, engalanado con un impecable traje de chaqueta negro y corbata verde, pelo engominado  peinado a un lado y entradas marcadas”(pág.35).

Héctor a la final es uno de esos personajes que sabe más de lo que aparenta. Su relación con Norman es algo turbia.

Norman es un político del partido de Gobierno. Poco a poco, el autor nos lo va presentando. Este personaje tiene oscuros secretos pero es fundamental en la trama ya que representa la esencia de la política en Atlántika.

Existen personajes como los asambleístas que están a favor del proceso de cambio en Atlántika como Eric y  Roberto. Ellos son importantes para ayudar a Belén a descubrir a Norman y sus reales intenciones.

 

Por Patricia Chung

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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