Reseña “El error de Dios” de José María Pumarino

De entrada, el título de la novela del mexicano José María Pumarino El error de Dios podría causar cierto rechazo, es provocador; para alguien muy apegado a la religión, sonaría a herejía, sin embargo al adentrarnos en la trama encontramos una historia que nos deja pensando en la naturaleza humana, y tal vez, esta trama de ficción, esté inspirada en la vida real.
Todo transcurre en el poblado de San Juan, con sus contrastes, sus devotos católicos que se dan golpes de pecho y el burdel del pueblo en donde les conocen todos los secretos a sus habitantes. La figura más respetada es el sacerdote de 47 años, el padre Facundo quien es más humano que divino, con un estilo de vida que se tambalea constantemente entre lo religiosamente correcto y lo humanamente necesario.
Siempre creyó que su coraza de sacerdote lo convertía en un hombre intocable, ahora se daba cuenta que simplemente era un escueta y frágil armadura de filigrana”. (pág.32)
Un relato cronológico en tiempo presente donde convergen personajes que darán peso a la trama, el ortodoxo padre Francisco recién llegado al pueblo, Teresa la desequilibrada esposa del inescrupuloso político Don Piginito, que vive atormentada buscando respuestas en la Iglesia, el pequeño Pepe que ve e interpreta su mundo a través de su cabal inocencia, el profesor Atilano un crítico que desprecia las cadenas que obsequia la religión y Pascasio, una especie de pobre chivo expiatorio. Por supuesto que no podían faltar los mafiosos de Don Octavio y el Tlacuache.
Pumarino cuenta una historia ágil, cinematográfica, donde cada personaje irá engranando y develando sus miedos, sus debilidades, sus incongruencias y sus intereses egoístas, todo bajo la religiosa línea del popular refrán, “el fin justifica los medios”.
El padre Facundo evidencia página tras página la incongruencia moral de la iglesia católica a través de sus propios demonios, al mismo tiempo que, aprovechándose de la fe de sus feligreses, inventa un milagro para solucionar una deuda de juego, sin imaginarse las repercusiones que eso traerá.
A pesar del drama, el escritor logra una narración amena e interesante, creando una fuerza narrativa constante. Pumarino nos demuestra lo complejo que es diferenciar el blanco del negro en un mundo de grises y que así como los seres humanos son incongruentes por naturaleza, en ocasiones son devotos por conveniencia.
Fue en ese momento cuando llegó a su mente una frase de Carlos Marx que había adoptado como suya:”La religión es el opio del pueblo.” El mentado Marx tenía mucha razón. No sólo se trataba de una droga moral o espiritual, sino física”. (pág. 105)
Leer El error de Dios es explorar los caminos torcidos de la fe a ciegas y darse cuenta de cómo una sociedad de fácil manipulación necesita creer y la iglesia necesita que le crean, una especie de simbiosis.
La narración es vertiginosa, los hechos se suceden unos a otros, el lector se convierte en protagonista. Es imposible parar de leer.
¿Cuántos padres Facundo, cuántos padres Francisco, cuántas Teresas, cuántos Pepes existirán? ¿Cuántos milagros nunca ocurrieron, pero fueron sembrados en mentes fanáticas de la religión? ¿Cuántos milagros reales pasan desapercibidos? Y es que, como dice el autor, “es más fácil vender una mentira repetida mil veces, que una verdad desconocida”.
El error de Dios. Si exiges respuestas, soporta verdades
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