Reseña “La Hora: 33” de Jaz Dörren

Aunque nació en La Habana, Cuba, Jaz Dörren, es un ciudadano del mundo que ha vivido más de veinte años en Europa y América del Norte. Es un músico profesional, un compositor que ha decidido incursionar en la escritura. Nos presenta su primer libro, el poemario La Hora: 33.
El autor, radicado en Montreal, Canadá, va más allá de lo real para adentrarse en lo fantástico a través de 33 poemas sin nombre. Cada uno está identificado con un número.
Dörren ha dicho que la acumulación de experiencias vividas fuera de su país natal ha cambiado su visión sobre el mundo y le ha aportado mucho contenido. Los poemas habitan en ciudades como Antalya, Atenas, La Habana, Venecia, Palma de Mallorca, Londres y San Francisco.
De repente, el lector se encontrará en La Puerta de Atocha de Madrid, degustará una sopa de Maultaschen con sabor a Alemania, visitará la Mezquita de Chinguetti en Mauritania, la parisina Île de la Cité o simplemente estará en territorio español, en Lanzarote y el mar de Mallorca.
La lectura plantea un constante viaje entre lo imaginario y lo real. La naturaleza abunda, es exuberante, sensorial, marca los estados de ánimo.
Hay simbolismo, regreso a los orígenes. Aflora el filósofo griego Metrodoro y también la colina de Kopanos, lugar cercano a Atenas donde la bailarina Isadora Duncan quiso hacer un templo para la danza.
El punto de partida de este poemario se sitúa en las últimas horas de cautiverio, de un androide llamado Uriel quien escribirá un premonitorio manuscrito. Precisamente, el tiempo carecerá de sentido, para darle paso a las pasiones y sentimientos humanos. El autor emplea una narración poética donde el amor, la nostalgia y la interacción con lo que le rodea adquieren protagonismo.
5
Burbujas y demonios
bajo la túnica de Adán.
Ojos clarividentes,
ciegas lenguas de fuego.
Relojes primogénitos juzgando a los caídos,
atmósfera fecunda, aerodinámica y progenitora.
No llueve la humedad que yace en todas partes,
desafiante y devoradora
mano de pianista en letargo.
Yo te expulso, ilustrado profeta,
caballero de pulcros ademanes,
no eres el secreto revelado,
la espada de Uriel,
androide que a la surgente vuelve,
el sol perforado.
Dörren ha escrito: El tiempo solo existe en nuestra mente. Cada uno de los 33 poemas reafirma esta creencia. Los textos del universo íntimo del escritor exploran el origen de nuestra existencia.
No todo queda en La Hora: 33. Este poemario es apenas el preludio para el desarrollo de una novela. Habrá que esperar para saber qué ocurrirá con Uriel y sus circunstancias. Y como bien dice en su poema 30.
Los que reaparecen tienden a desaparecer.
2 Comments
Catalina
01/07/2020 at33,,, te encontré amor
queleerblog
03/07/2020 atEso 😉