Victoria De Stefano cumple 80 Años comprometida con la literatura

La novelista, ensayista y filósofa ítalo venezolana Victoria De Stefano nació en Rimini, Italia el 21 de junio de 1940. A los 6 años llegó a la tierra que adoptaría como propia, Venezuela. Una carrera en la docencia, dos hijos y más de una docena de publicaciones le han dado el balance a su vida.
Victoria cumple 8 décadas de vida
Serena, reposada Victoria cumple 8 décadas de vida. Siempre leyendo y escribiendo. Estudió su carrera con sus hijos. Su esposo Pedro Duno militaba en la insurgencia de izquierda de los años 60 y estuvo preso muchas veces. A pesar de las circunstancias, Victoria nunca dejó de escribir.
Conoció el exilio. Con su marido y sus dos hijos vivió en La Habana, Argel, Zúrich, París, Barcelona y por último en el Chile de Salvador Allende en los setenta. Sin embargo, regresa a Caracas y ejerce como investigadora en el Instituto de Filosofía de la UCV, profesora de Estética, Filosofía Contemporánea y Teoría del Arte y Estructuras Dramáticas en las Escuelas de Filosofía y de Arte de la Universidad Central de Venezuela su alma máter.
Sus publicaciones van desde El desolvido (1971), Sartre y el marxismo (1975), La noche llama la noche (1985), Poesía y Modernidad, Baudelaire (1984), El lugar del escritor (1990), Cabo de vida (1993), Historias de la marcha a pie (1997), Lluvia (2002), Paleografías (2010), Historias de la marcha a pie (2013) hasta un relato autobiográfico llamado Su vida (2019).
Victoria de Stefano ha recibido el Premio Municipal de Ensayo (1984), fue finalista del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos (1999) y obtuvo, el Premio Municipal de Novela (2006).
Vamos, venimos (2019)
Publicado por Editorial Planeta en Colombia, su más reciente libro le tomó cuatro años de diaria constancia. Son 300 páginas con una estructura narrativa particular. Una línea, la encabeza un personaje, lleva a otra línea en la que aparece otro personaje que, a su vez, toma el control para contar su historia de vida. El lenguaje es uno de los personajes de la novela.
El libro trata sobre: un hombre maduro afectado por una ruptura sentimental, retorna a sus viejos predios familiares, muchos años después de haber alzado vuelo creyendo que nunca más se encontraría allí de nuevo.
Desde el porche de la casa observa el antiguo vecindario y, de la mano de su madre, va entretejiendo memorias y lo que ha sido el devenir de los numerosos rostros y ficciones de su pasado.
La madre a su vez emprende un viaje a otro continente, pletórico de encuentros e historias, del que deja registro en un diario a través del cual el hijo recreará una vertiginosa sucesión de seres, presentes y pretéritos, próximos o universales, que van y vienen en una vorágine sin tregua.
Vamos, venimos no se refiere a la tragedia venezolana, pero la preocupación subyace entre sus páginas. Victoria De Stefano lo empezó a escribir, a la edad de los 73 años, ella ha confesado que si un día no se sienta a escribir en la mesa de la computadora, siente que ha perdido su vida. “En la vejez uno se vuelve más abstracto” indica.
Novelas como retos
En sus novelas está impregnada su carrera de Filosofía. Su libro Historias de la marcha a pie, es considerado como su obra más importante. Escribe sus historias con mucha libertad “yo escribo como si nadie la fuera a leer, como si nadie la fuera a publicar” afirma.
Cada proyecto, lo concluye. “Yo no tengo 20 años, me puedo morir mañana, y quizás no la termine, pero allí está. No quiero ponerme pedante, pero hay escritores que han dejado novelas inconclusas y, pasados los años, se las publican. Claro, escritores grandes, yo no soy grande, yo soy solo alta”.
Victoria De Stefano admira al escritor francés, Claude Simon, el menos leído entre los escritores de franceses que han ganado el Nobel. “Su última novela, Jardín Botánico, la escribió a una edad avanzada, creo que tenía más de 70 años”.
Para ella, lo más difícil de escribir es la primera novela. “Cuando ya tú escribiste la primera novela, te quedan unos cabos sueltos. Unas líneas que te permiten pasar a la segunda. Y así sucesivamente”.
Victoria De Stefano es conocida por ensayo autobiográfico llamado Su vida. El escribir ese diario, la hizo sentir liberada de muchas restricciones e inseguridades. Auténtica y genuina, antes que sincera. Para ella hay que vivir la literatura como algo maravilloso que nos sucede y que nos puede servir para explorar nuestras propias emociones y el mundo que nos rodea.
“Yo nunca he escrito nada en función del lector. Ninguno de mis libros, creo que ni siquiera los ensayos, han sido condicionados por el público lector”.
“A la una de la mañana cierro el cuaderno y doy por terminado el día. No es un yo quien esto escribe, en todo caso, si se tratara de un yo, porque la fibra de la intimidad no se deja expulsar nunca del todo, es un yo federativo, un yo del que participan muchos, sin embargo no tan indiferenciados como para constituir la seguridad olímpica y la fuerza considerable de un nosotros como plural mayestático.” (Lluvia)
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